Has encontrado un piso a precio de ganga. Después de leer el anuncio en Internet, has decidido ponerte en contacto con el propietario para ver el inmueble. Cuando llegas al lugar, te das cuenta de que hay que hacer reformas: desde el suelo hasta el sistema de calefacción. Hay que comprobar el estado del inmueble, las obras a realizar, el coste de estas, las deducciones fiscales, etc. Además, es muy importante fijar un presupuesto antes de proceder a la obra. Si este tema te interesa, te invito a sentarse y seguir leyendo.
Tener las ideas claras
Antes de realizar obras en tú casa, debes tener una idea clara de lo que quieres conseguir. De hecho, a menudo nos dejamos llevar por lo que vemos en la televisión o en las revistas para reproducirlo exactamente en nuestro piso. Este planteamiento es erróneo, porque antes de poner las manos en los muebles, las instalaciones, los suelos, las paredes, etc., debemos tener un plan bien definido para comprobar si lo que tenemos en mente puede hacerse realidad. Por ello, te aconsejo que consultes a un profesional que te podrá asesorar mejor. Por ejemplo, puedes consultar en la web de https://reformas.co/
Fija un presupuesto
Si vas a encargar el trabajo a una empresa especializada, te aconsejo que fijes una cantidad máxima de dinero que puedas permitirte. A menudo se comete el error de empezar la reforma y superar el presupuesto inicial en mucho, por ejemplo, porque no se ha evaluado antes el coste del mobiliario. Lo ideal sería contratar a una empresa de servicios completos.
Comprobar el estado de la estructura
Si quieres comprar una vivienda antigua, para evitar sorpresas desagradables te recomiendo que te pongas en contacto con un ingeniero para que compruebe si la estructura es portante o no. El profesional designado hará un diagnóstico para asegurarse de que no hay grietas u otras fisuras anormales. Si el edificio necesita obras, es conveniente pedir un presupuesto, para poder valorar si merece la pena invertir en la compra o si es mejor demoler y reconstruir.
Cuando se decide renovar una casa, también hay que pensar en los fenómenos sísmicos que se han producido, con cierta frecuencia, en los últimos años. Por ello, es importante realizar todas las intervenciones necesarias para consolidar la estructura desde este punto de vista: por ejemplo, reforzar los muros mediante soportes de hormigón armado, reducir la deformabilidad de los suelos, introducir disipadores capaces de disipar la energía sísmica que atraviesa la estructura, etc.
Por último, compruebe siempre que el edificio no presenta signos de humedad o moho. Se trata de un inconveniente frecuente debido, en la mayoría de los casos, a las infiltraciones que, a la larga, pueden causar daños muy graves. En estos casos se realizan, por ejemplo, trabajos de impermeabilización.
Como ya se ha mencionado, es necesario contar con personal cualificado y experimentado para llevar a cabo estos trabajos de renovación.
Comprobación de los permisos
Antes de empezar las obras, es necesario solicitar al ayuntamiento determinados permisos, que varían en función del tipo de reforma que se pretenda realizar. En términos generales, podemos afirmar que
– Para los trabajos ordinarios de mantenimiento relativos, por ejemplo, a la sustitución o reparación de los acabados existentes, no se requiere ningún permiso;
– Para las obras extraordinarias ligeras de mantenimiento, es decir, el desplazamiento de muros no portantes, la sustitución de alcantarillas, la división de unidades de propiedad, etc. (siempre que no se modifique el volumen total y el uso previsto) hay que pagar una tasa indicando la reforma que se va a realizar.
– Para las obras en las partes estructurales portantes del edificio, por ejemplo, la demolición de pilares, vigas y suelos, la reutilización de tejados, etc., debe solicitarse un permiso de construcción.
Calcular bien los costes de la obra
Antes de proceder a la reforma, hay que calcular los costes, que, por supuesto, varían en función de diversos factores, como el tipo de obra, los materiales utilizados, el tamaño de la vivienda, etc.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el valor de una vivienda reformada es mayor que el de un piso normal. Por lo tanto, considera la obra como una inversión futura para una posible venta de la casa.
Aprovechar las subvenciones
Por último, en la mayoría de las Comunidades Autónomas también está prevista una serie de exenciones fiscales para quienes decidan renovar sus pisos. Las deducciones cubren reformas como:
– Mantenimiento ordinario.
– Restauración y renovación de fachadas.
– Renovación del edificio.
– Eficiencia energética.
Teniendo en cuenta todas estas cosas te será más sencillo preparar un presupuesto muy exacto, aunque siempre es inevitable un pequeño gasto extra.