¡Hola! Hoy vamos a hablar de un lugar impresionante: el Templo de Luxor. Te voy a contar como se construyó y cuales fueron sus orígenes. Sigue leyendo porque es una obra arquitectónica que tuvo mucho trabajo y complejidad…
Historia del Templo de Luxor
Este templo, que es una joya de Egipto, tiene una historia que te va a dejar con la boca abierta. Fue construido por dos faraones muy famosos, Amenofis III y Ramsés II. Imagina, ¡eso fue hace más de 3.000 años! El templo se usaba para las festividades religiosas, y también para coronar a los faraones. Es increíble pensar que ha sobrevivido todos estos años, ¿verdad?
Y no solo eso, sino que el Templo de Luxor ha sido testigo de muchos cambios a lo largo de la historia. Durante un tiempo, incluso, se usó como iglesia cristiana. Luego, durante la época islámica, se construyó una mezquita dentro del templo. ¡Hablar del Templo de Luxor es como hacer un viaje en el tiempo!
Cómo se construyó el Templo de Luxor
Ahora te preguntarás, ¿cómo se las arreglaron para construir algo tan impresionante hace tanto tiempo? Pues te diré que no fue nada fácil. Usaron piedra arenisca, que traían desde las canteras de Gebel Silsila, a más de 100 kilómetros de distancia. ¡Eso sí que era currar a destajo!
Los bloques de piedra se transportaban por el río Nilo en barcos. Y una vez en Luxor, se esculpían y se colocaban en su lugar con la ayuda de rampas de tierra. La construcción del templo llevó muchos años y la participación de miles de trabajadores. Pero el resultado, como puedes ver, mereció la pena.
Cómo visitar el Templo de Luxor
Si te ha picado la curiosidad y te apetece visitar el Templo de Luxor, aquí van algunos consejos. La entrada cuesta unos 10 euros, aunque hay descuentos para estudiantes. El templo está abierto todos los días, desde las 6 de la mañana hasta las 5 de la tarde, así que tienes un montón de tiempo para explorarlo.
La mejor época para ir es durante los meses de invierno, porque en verano hace mucho calor. Y no olvides llevar agua, protector solar y un sombrero. ¡Ah! Y tampoco te olvides de la cámara de fotos, porque vas a querer inmortalizar cada rincón de este lugar mágico.
Y eso es todo por hoy. Espero que te haya gustado este pequeño viaje a la historia de Egipto. Si te ha gustado, no dudes en dejar un comentario o compartirlo en tus redes sociales. ¡Hasta la próxima!