En este caso vamos a contar sobre un icono religioso de china, el Buda de Leshan, es una gigantesca mole de piedra de unos 70 metros de alto, tallada en un acantilado que da al río Min Jiang, en la ciudad de Leshan, ubicado a 260 kilómetros de la capital Tokio, en China, ciudad que cuenta con aproximadamente cuatro millones de habitantes.
La escultura se encuentra ubicada frente al monte Emei, y el río Min Jiang recorre los pies del buda. Su construcción fue abalada por la dinastía Tang. La estatua consiste en un Buda que esta con las manos sobre sus rodillas, tiene 30 metros de ancho, los dedos de las manos y los pies son mas grande que el tamaño de una persona parada.
Una leyenda local dice que, la montaña es el buda y el buda es la montaña, ya que la silueta del acantilado representa a un buda que se encuentro tumbado. La función del buda era proteger a los barcos, las aldeas y frenar la marea, luego debió hacerse un drenaje interno para evitar la erosión, para evitar un posible derrumbe.
Su construcción se inicio allá por el año 700, a cargo de un monje llamado Haitong, el monje pensó en la construcción de este buda para que este calmara las mareas, milagrosamente, lo que comenzó con un sentido de Fe y ofrecimiento termino dando como resultado una solución física, ya que las rocas sobrantes del tallado del buda sirvieron de terraplén y rompe olas, logrando el cometido de calmar la marea.
Dicha construcción culminó hacia el año 1800, a cargo de los discípulos del monje. En 1996, tanto el gran buda como el paisaje del monte Emei en Leshan fueron agregados a la lista de monumentos nacionales considerados Patrimonio de la humanidad.