En esta redacción volvemos un poco a lo que hace a las moles de piedra construidas a lo largo de la historia, y hacemos hincapié en el Castillo de Olite, cuya construcción llevo algo mas de 100 años, y lo caracteriza un estilo militar.
En un comienzo no era tan majestuoso, logro el aspecto que tiene en su función era de ser sede de la Corte del Reino de Navarra. En la actualidad gracias a las reformas impulsadas por el rey Carlos III “el noble”, la principal atracción es el desorden de su silueta, lo que se debe a las distintas ampliación que se han hecho, ya que no había un proyecto en común para su ampliación, cada uno que estuvo a cargo, lo hizo a su manera. Viste desde lejos, lo caracteriza una mágica silueta con muchos desniveles, sus relieves, sus jardines, las fosas y las gigantescas murallas, junto con las torres, generan un impacto visual muy hermoso.
Se pueden diferenciar a simple vista las múltiples reformas, entre ellos se ve el Viejo palacio, lo que ahora es aprovechado como Parado de Turismo. Luego de la invasión Navarra, a comienzo del siglo XVI, comenzó su deterioro, ya que casi no tenia uso. Más aun cuando fue abandonado por completo, haciendo mucho mas grave el deterioro del edificio. En 1813, durante la guerra de independencia española, fue prendido fuego por Espoz, con el fin de que no le sirviera de refugio a las tropas de Napoleón Bonaparte.
A principios del siglo XX, un grupo de arquitectos consigue que se apruebe la restauración de esta gran mole de piedra, y hoy en día siguen los trabajos de recuperación, ya que se intenta recuperar todo, y dejarlo idénticamente como estaba en aquel tiempo, del Rey Carlos III. Como era de esperarse fue elegido como una de las 7 maravillas medievales de toda la historia Española.